sábado, 1 de agosto de 2009

Odisea en el espacio

Quisiera señalarte que cuando hice no era consciente ni conocedora de la complejidad de esta película de Kubrick.

Pero antes de pasar a comentarla quisiera hacer una de reflexión sobre el poder de los medios de comunicación en la opinión pública y, porqué no, también en la individual. Lo cierto es que es la sociedad acepta como cierto que, si algo se difunde en un medio de comunicación, es MÁS VERDAD que si no se difunde, aunque ese algo sea conocido.

Es la magia que tienen el cine y la televisión.

Viene este comentario a cuento porque, en mi opinión la película de 2001 Odisea en el espacio es una película tremendamente especulativa. En ella Stanley Kubrick plantea una serie de interrogantes no resueltas por la humanidad, pero al plantearlas de una forma narrativa, a través de una magistral película, estas, más que como preguntas quedan planteadas como afirmaciones más o menos científicas.

La película, de una gran belleza formal, gira alrededor de la aparición de monolito negro, que, supuestamente es el elemento clave en la evolución de la raza a lo largo de la historia de la humanidad, bien a través de una civilización extraterrestre sumamente desarrollada y tras la cual está la idea de la perfección, bien directamente asociando el monolito a la propia figura de Dios, tal como lo sentimos los humanos.

Todo ello, vuelvo a insistir, que me parece planteado en la película, más como posibilidad que como VERDAD.

En realidad, el film, no solo plantea una sola pregunta, sino toda una serie de cuestiones que tienen que ver no solo con la evolución del hombre sino su conflicto con el medio, ya que comienza con la lucha de los primates por su superioridad y termina en la lucha del hombre contra su propia tecnología inteligente que se le puede escapar de las manos.

Otra de las cuestiones es la duda claramente planteada de si los humanos hemos o no necesitado de “ayuda inteligente de otros mundos” para evolucionar. En la cinta, Kubrick, nos coloca sutilmente la música de Richard Staruss “Así habló Zaratustra”, el único filósofo moderno que ha hablado del superhombre.

Ya en la parte final de la cinta, el director, nos plantea otra cuestión: el problema de la reencarnación, sin darnos una solución clara pero apuntando claramente a la filosofía budista de esa posibilidad, ya que también a lo largo del esta producción creo ver un tufillo de crítica al concepto judeo-cristiano de la imagen de Dios y de la poca credibilidad sobre la intervención directa de Dios en la creación del ser humano. Incluso la propia idea de Dios se puede interpretar como cuestionada en una película que ha sorprendido pero que no ha molestado ni a los creyentes ni a los ateos. Realmente Stanley Kubrick ha sabido poner estas cuestiones sobre la mesa y los que hemos visto la película, hemos salido reafirmados en nuestra fe, haya sido esta cristiana, materialista o de los que creen en los extraterrestres.

Por último, la anécdota. Hace poco vi un reportaje de televisión, creo que el Canal Plus, donde Kubric en unas declaraciones, ciertamente interesantes, descubría la propuesta realizada por el Presidente de los EEUU para realizar una película simulando el alunizaje del Alpolo XI, en la luna, por si fallaba la de la misión y no se pudiera demostrar al mundo el poderío de los EEUU. En el reportaje Kubrick confiesa que se hicieron algunas pruebas, pero no nos dice si la película del alunizaje que vimos todo el mundo en esos días, era la un falso alunizaje o la del verdadero. También me queda la duda de si esas declaraciones las hizo el propio Kubrick o un actor disfrazado para hacer ese reportaje ya que Stanley murió 1999.

Esa es la magia del cine y la televisión.

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